Nos vemos, Busan...

Una de las mejores cosas que tiene Busan es que cuenta con tours gracias a los cuales puedes disfrutar de los atractivos de la ciudad en un sólo día, sobre todo si tienes poco tiempo antes de volver a clases y tareas... o sólo poco tiempo.

Busan Station Square

Lo primero es tomar el metro hasta Busan Station Square y después acudir al módulo frente al Hotel Arirang.

"Busan City Tour" ofrece diversos recorridos, algunos especiales que solo se ofrecen una vez al día y tienen duración determinada, otros, los más famosos y requeridos, son los "loop tours", en los cuales puedes pagar un sólo boleto y puedes subir y bajarte en las paradas establecidas cuantas veces quieras, sólo tienes que esperar a que pase el siguiente autobús (mientras aún haya corridas, claro).

Hay dos rutas establecidas para este tipo de tours, y con el boleto puedes usar ambas. Nosotros ya conocíamos la mayor parte de los puntos en la ruta Haeundae, pues nos hospedábamos cerca, así que optamos por la segunda. 

Al ser los tours más populares, los boletos se pueden reservar o se venden en el mismo módulo conforme la gente va llegando hasta que se llene el autobús, por lo tanto lo más probable es que te enfrentes a una enoooorme fila de personas, sin embargo, una vez en el tour, las filas valen la pena.

Nuestro recorrido incluía 8 paradas, iniciando por el "Passenger Ferry Terminal", seguido de "75 square". Para ser sincera, nuestro criterio para decidir si bajar en una parada o no era ver cuánta gente subía o bajaba ahí y dado que nadie lo hizo en esas dos, simplemente decidimos seguir en el autobús. Además, tuvimos la suerte de que un padre de familia, que estaba de vacaciones con su esposa y dos hijos, nos recomendara lugares y aconsejara sobre cuáles definitivamente teníamos que ver.

Vista desde el autobús

La siguiente parada fue Taejongdae, cuyo nombre sirve también para el tour en general, donde tomamos nuestras cosas y bajamos rápidamente. En este parque natural decidimos tomar el almuerzo (en un CU o tiendas de conveniencia...) y después caminar un poco. Alrededor del parque puedes encontrar varios monumentos, como el erigido en memoria de todos los que ofrecieron Asistencia Medica por parte de la ONU en la guerra de Corea. De ahí subimos una montaña para luego meternos por senderos hasta un ferry que al zarpar, ofrece maravillosas vistas de los acantilados, el faro que representa el área y el mar en general, en todo su esplendor.

Se dice que Taejongdae toma su nombre del Rey Taejong Muyeol, el número 29 de la Dinastía Silla, quien gustaba de practicar tiro con arco en ese lugar. 

  

La ciudad vista desde el ferry

 

Después de un rato de descanso y fotos, esperamos el siguiente autobús para ir al Museo Marítimo Nacional de Corea, ubicado en la Terminal Portuaria Internacional. Desafortunadamente, el siguiente autobús era el último así que la visita al museo fue "express"; sin embargo, a pesar de la rapidez la disfrutamos bastante. Una de las cosas que mas me gusta de Corea, es que sus museos generalmente cuentan con zonas interactivas y lúdicas para que niños y adultos puedan aprender divirtiéndose, mediante diversas actividades. 

El Museo incluye un mini-acuario, y esta enfocado a enseñar sobre el ecosistema marítimo, la contaminación y la evolución del transporte marítimo y la actividad portuaria de Busan (tomando en cuenta que es uno de los cuatro puertos mas importantes de Corea y sirve como enlace a muchos otros destinos en Asia).

Después de atravesar en el autobús el puente Namhang, decidimos saltarnos la playa Songdo (nos habían dicho que la mejor era la nuestra) y decidimos hacer la última parada en el BIFF Square-Jagalchi Market. 

Este mercado es famoso por sus productos del mar frescos a precios accesibles, aún cuando no compres es increíble ver a las señoras ofreciendo sus productos y el lema es "¡Venga, vea y compre!". Si definitivamente el pescado no es lo tuyo, las calles aledañas ofrecen productos de todo tipo: bolsos, ropa, souvenirs,  juguetes, restaurantes... ¡lo que quieras! Mis amigos y yo nos sentímos en Myeondong, Seúl, por un momento.

Después de una rica cena nos fuimos a nuestro "pequeño hogar", pues la mañana siguiente sería la última en Busan. Así, el domingo hicimos las maletas y decidimos que para "matar el tiempo" antes de tomar nuestro autobús a las 7 de la noche, no podíamos irnos sin visitar al menos uno de los templos budistas que se encuentran en el lugar. El elegido fue el Templo Yonggungsa.

La mayoría de los templos se encuentran en la montaña, sin embargo este se encuentra bordeando la costa noreste. Construido en 1376 por el maestro budista conocido como Naong, durante la Dinastía Goryeo, este maravilloso recinto ofrece un lugar de meditación y espiritualidad para los practicantes del budismo, así como historia y una fascinante arquitectura para turistas. Sin duda alguna, mi lugar favorito... no puedo explicar con palabras la belleza que representó para mí.

Debo decir que, Busan sobrepasó mis expectativas en algunos aspectos, dejándome maravillada y en otros esperaba un poco más. Busan es la segunda ciudad más importante de Corea, y aunque algunas partes pueden compararse a un Seúl en miniatura por su modernidad, otras áreas aún están en construcción y la diferencia con las principales zonas turísticas es notable. Además, en Seúl estamos acostumbrados a casi no ver basura tirada en el suelo y que la limpieza en los lugares públicos sea una constate. No estoy diciendo que Busan sea precisamente una ciudad sucia, pero acostumbrados a la casi impecabilidad de Seúl, sí hay diferencia en ese aspecto; además de las áreas que se siguen desarrollando y que a veces chocan un poco sobre todo cuando vienes de ver paisajes hermosos. 

Sin duda alguna, todo esto es parte del desarrollo y crecimiento de la ciudad. Espero poder volver algún día a Busan y ver el avance y evolución que seguramente seguirá teniendo con el pasar de los años.

Te dejo el álbum completo de fotos en la página de facebook y como siempre, si tienes alguna duda o comentario puedes dejármela y la responderé en cuanto pueda. 

¡Muchas gracias por leer!

¡¡¡Hasta pronto!!!